divendres, 20 de setembre del 2013

Castellar exige una solución a su Via crucis de movilidad

El municipio tiene un sólo acceso por carretera y está condicionado al tránsito de Sabadell | Ayuntamiento, vecinos y empresarios reclaman una conexión directa entre la B-124 y la C-58

La Vanguardia Sabadell - Vallès | 20/09/2013 

La Ronda Oest de Sabadell se inauguró en noviembre de 2012 y debía de ser un primer paso hacia la mejora de las comunicaciones viarias en Castellar. Jordi Pujolar

Llegar a tiempo a una cita en Castellar del Vallès si se viene de fuera puede ser una tarea complicada. La mala conexión de esta localidad situada en el corazón del Vallès Occidental no solo sorprende por las infraestructuras deficitarias, sino también por la cantidad de proyectos y estudios para mejorar la movilidad de acceso al municipio que no han llegado a materializarse. Los vecinos tienen que cruzar Sabadell sí o sí, y la densidad del tráfico se ha convertido en algo más que un mero contratiempo.

Con 23.000 habitantes, Castellar del Vallès se encuentra a tan sólo 33 kilómetros de Barcelona, pero en una zona mal comunicada, con un único acceso: la carretera B-124. Este hecho obliga a sus habitantes a cruzar gran parte de la trama urbana de Sabadell para llegar a casa. Todo ello implica una sobresaturación del tránsito, que afecta a los vecinos y visitantes de Castellar pero también a los de Sabadell, donde la densidad de vehículos ya es muy elevada.

"En un agravio histórico, somos un municipio de más de 20.000 habitantes y toda nuestra movilidad depende de una rotonda que conecta con una ciudad vecina", denuncia el alcalde de Castellar, Ignasi Jiménez, quién advirte que la ciudadanía "se ve obligada a hacer un recorrido por vías urbanas con señalización semafórica y otras limitaciones que hacen difícil acceder a servicios tan básicos como el aeropuerto, el puerto o la UAB", señala.

Mucha movilidad y tránsito lento 
La mayor parte de la carretera que une Castellar con Sabadell, la B-124, tiene tan solo un carril en cada sentido. Esto supone que en hora punta el trayecto entre ambas ciudades, que suele ser de unos diez minutos, pueda superar los veinte.

"Ahora se ha perdido actividad en los polígonos, que registran un 60% o 65% menos que años atrás, pero en época de bonanza habíamos llegado a invertir tres cuartos de hora en un trayecto tan corto”, señala Manel Rodríguez, vicepresidente de la Asociación de Vecinos Nou Eixample que asegura.

Poco atractivo industrial 
Y es que la mala conexión del municipio también ha agraviado la situación de crisis en la localidad. "En los años 90 varias empresas se afincaron en nuestra ciudad porque confiaban que el Quart Cinturó sería una realidad en pocos años", comenta el alcalde. Sin embargo, a día de hoy la situación es bien distinta.

"Había un proyecto previsto para construir 54.000 metros cuadrados de naves logísticas de primer nivel que no ha prosperado", asegura Pere Puig, presidente de la Comisión de Infraestructuras y Urbanismo de la Cambra de Comerç de Sabadell quién afirma que muchas empresas no se implantan en esta zona porque no es suficientemente competitiva: "Un territorio mal comunicado no es atractivo desde el punto de vista industrial".

Proyectos en un cajón 
Mejorar las infraestructuras de acceso a la localidad se ha convertido en una necesidad imperiosa para los habitantes y el tejido industrial de la zona. Aunque el desdoblamiento de la carretera agilizaría el ir y venir de los coches, la solución definitiva e imprescindible es la conexión de la B-124 con la C-58.

"Este proyecto pasaba por otro mayor, la construcción de las rondas Norte y Este de Sabadell, que están vinculadas al Quart Cinturó", comenta el alcalde que recuerda que sólo se ha ejecutado la ronda oest. Jiménez considera que en vistas de que esta infraestructura ha quedado congelada al superar todos los plazos previstos por Ley para ejecutar los estudios, entre ellos el de impacto medioambiental, y que las dos rondas también están paralizadas, ha llegado el momento de "desvincular el fragmento de Castellar del resto del proyecto".

El edil argumenta que se trata de una decisión "unánime" de todas las formaciones políticas locales y añade que han mantenido contactos con la conselleria de Territori i Sostenibilitat y que sus responsables "se han mostrado partidarios de valorar el fragmento que va de la carretera de Matadepera hasta la B-124 por separado", comenta.

Infraestructuras soberanas  
En esta misma línea se ha expresado el responsable de la Cambra, Pere Puig que asegura que el ente está "totalmente a favor de segregar este tramo del Quart Cinturó después de ver que la incompetencia del Ministerio de Fomento ha comportado que el proyecto haya caducado".

Para Puig la falta de inversión estatal está perjudicando la salida de la crisis en Catalunya, por lo que reclama la "total soberanía" en el campo de las infraestructuras: "El proyecto de país debe de vivirse desde el territorio, igual que sucede en el País Vasco", advierte.

Los FGC, un sueño lejano 
Carreteras a un lado, otro proyecto para mejorar la movilidad de los castellarenses pasa por el tren. La ampliación de la línea de los Ferrocarrils de la Generalitat en Sabadell llevó a plantear un nuevo alargamiento desde la capital hasta el municipio, un tramo de 4,5 kilómetros que daría respuesta a una petición histórica de la localidad.

Un utópico presupuesto de 320 millones de euros haría posible que 9.300 castellarenses bajasen cada año a Sabadell, Sant Cugat o Barcelona en tren directamente desde una de las dos estaciones de Castellar en el año 2020. A pesar de haber presentado en 2010 el estudio informativo, los problemas de financiación de las ampliaciones en Sabadell y Terrassa sitúan los FGC por ahora muy lejos en el calendario.


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